Si demasiada fiesta te está pasando factura, aprende estos remedios a base de ajo para curarte de manera natural. Pero recuerda: sigue siempre los consejos de tu médico.
Comidas, cenas, bebidas, dulces, fiestas, frío… las navidades pueden ser agotadoras. Por eso, nunca viene mal saber cómo luchar contra el malestar de una manera sencilla y natural. Prueba estos remedios caseros con ajo -acompañado de lo que tu médico te recete- y verás cómo te ayudan a seguir las fiestas con energía.
Para infecciones de oído
Es uno de los remedios caseros con ajo más simples.
- Rehoga dos dientes de ajo con dos cucharadas de aceite de oliva durante 10 o 15 minutos.
- Cuela el ajo, asegurándote de que no queden trozos.
- Echa unas gotas al oído cuando sientas dolor. No lo uses cuando se trate de una ruptura del tímpano o una infección causada por agua.
Como jarabe para la tos
Entre los remedios a base de ajo, este para combatir los ataques de tos es de nuestros favoritos. El ajo es un poderoso agente anti-bacteriano, por lo que puede aliviar el dolor de garganta e incluso la tos persistente.
- Hierve una cabeza de ajo en una taza de agua y bebe cuando se enfríe.
- También puede ayudar a expulsar mucosidad del pecho.
Para tratar las varices
- Corta 6 dientes de ajo en láminas.
- Déjalos reposar 12 horas dentro de 3 cucharadas de aceite de oliva y el zumo de 1 limón.
- Masajea las varices con el preparado.
Para ayudarte a perder peso
Para acelerar la eliminación de toxinas y combatir la acumulación de líquidos, una infusión de cebolla y ajo es un remedio de lo más natural.
- Calienta dos tazas de agua y, cuando esté a punto de ebullición, añade un diente de ajo triturado y media cebolla.
- Dejar reposar a temperatura ambiente de 10 a 15 minutos.
- Colar y consumir.
- Tómala en ayunas y a media tarde durante dos o tres semanas.
Miel de ajo para la garganta
La mezcla de dulce y picante hace de este uno de los remedios caseros con ajo más apetecibles.
- Llena un frasco de vidrio con dientes de ajo (la medida de 1 taza aproximadamente) y miel.
- Debe quedar la mitad del frasco vacío para dejar espacio para la expansión de los ingredientes. Cierra el frasco con una tapa.
- Revuelve la mezcla diariamente para asegurarse de que todos los dientes de ajo están cubiertos con miel.
- En unos pocos días, se formarán burbujas de aire. Este es un signo de fermentación activa.
- Abre el frasco diariamente para liberar el exceso de dióxido de carbono. Si la fermentación no comienza, agrega una cucharada o 2 de agua a la mezcla y repite el paso 2.
- Continúa el proceso hasta que la fermentación se ralentice, la miel se diluya, el burbujeo se detenga y los dientes de ajo se hundan en el fondo del frasco. Puede tomar más de un mes. En este punto, puede almacenar el ajo fermentado con miel en un frasco sellado, sin refrigerar, para dejarlo envejecer.
¡Prueba estos remedios a base de ajo y pasa unas fiestas mucho más sanas y naturales!