El ajo español cuenta con una acogida cada vez mayor en el mercado internacional, especialmente en Brasil. Este aumento en la exportación ha incrementado el precio de este producto al haber una falta de producto en España.
Todo esto ha provocado que el agricultor reciba en la actualidad entre 1,40 y 1,50 euros el kilo cuando en años anteriores recibía 80 céntimos por la misma cantidad. Incluso si nos retrotraemos a campañas anteriores este mismo producto se ha llegado a pagar a unos 35 céntimos el kilo.
Esto no viene nada más que a corroborar que este producto cuenta con una gran inestabilidad en los precios, por lo que desde los agricultores se pide una mayor regularidad para que el sector pueda tener estabilidad. Estos años buenos no hacen nada más que atraer a personas inexpertas que buscan una oportunidad y lo que provocan es hundir el precio del ajo.
Riesgo en el cultivo
Este tipo de cultivo es arriesgado, ya que el precio para conseguir una buena cosecha de este producto puede ascender a una cantidad bastante elevada. Como ocurre con la gran mayoría de artículos, el usuario los adquiere en las superficies de la gran distribución a un precio bastante elevado, el kilo de ajo se encuentra entre 2 y 3 euros.
Por esta razón, son muchos los productos que buscan en la exportación una oportunidad para disponer de mejores precios: países como Polonia, Italia, Francia o el mencionado Brasil tienen en gran estima el ajo español. Los precios que alcance este producto vendrán determinados por la cosecha que se consiga obtener.