En el caso de la Chlorella, este tipo de superalimento, es un tipo de alga que probablemente fue uno de los primeros organismos en la tierra, algunos datos informan de que tiene presencia desde hace mas de 540 millones de años. Esta pequeña planta es una gran fuente de proteínas, fibras, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. La Chlorella se utiliza para incrementar las “buenas” bacterias en el intestino, mejorando de esta manera la digestión, ayuda así a tratar ulceras, colitis, la enfermedad de Crohn y la diverticulitis o inflamación intestinal. Como “medicina”, la Chlorella se utiliza para prevenir el cáncer, estimular el sistema inmunológico, mejorar la respuesta a la vacuna de la gripe, prevenir gripes, proteger el cuerpo frente a metales tóxicos como el mercurio, y para reducir el envejecimiento.
Prácticamente la mayoría de la Chlorella en el mercado proviene en este caso de países asiáticos como Japón o Taiwán, es procesada y convertida en tabletas y extractos líquidos.
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