El salmorejo es una sopa fría típica de la cocina andaluza, especialmente de Córdoba. Se elabora a partir de tomates, ajo, pan y aceite de oliva, y se sirve frío. La preparación es muy sencilla: se pelan los tomates, se quita el tallo y se trituran en la batidora junto con el ajo y el pan, previamente remojado en agua. A continuación, se añade aceite de oliva poco a poco mientras se sigue batiendo, hasta que se obtiene una textura cremosa. Por último, se sazona con sal y se mete en la nevera para que se enfríe.
Principales ingredientes del salmorejo. Receta de salmorejo
Como acabamos de ver, los ingredientes principales del salmorejo son tomates, ajo, pan y aceite de oliva. Por eso, la calidad de estos ingredientes es fundamental para conseguir un salmorejo delicioso. Es importante elegir tomates maduros y jugosos, pan duro y aceite de oliva virgen extra.
La receta de salmorejo que te proponemos en El Explorador es la siguiente:
Ingredientes
- 1 kg., de tomates maduros
- 200 gr., de pan de pueblo (o pan blanco del día anterior)
- 2 dientes de ajo
- 150 ml., de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
Elaboración
- Pelamos los tomates y los cortamos en trozos grandes. Los ponemos en un bol grande.
- Remojamos el pan en agua durante unos minutos, hasta que esté blandito.
- Pelamos los dientes de ajo y los añadimos al bol junto con los tomates y el pan.
- Trituramos todo con la batidora hasta que quede una mezcla homogénea.
- Añadimos el aceite de oliva poco a poco mientras seguimos batiendo hasta que se integre completamente.
- Probamos y añadimos sal al gusto.
- Metemos el salmorejo en la nevera durante al menos una hora para que esté bien frío.
- Servimos el salmorejo bien frío acompañado con huevo duro y jamón serrano picado (esta sugerencia es opcional).
¿Cuál es la diferencia entre el salmorejo y el gazpacho?
Aunque el salmorejo y el gazpacho son dos sopas frías típicas de la cocina andaluza, existen algunas diferencias entre ellas. La principal diferencia es la textura: el salmorejo es más cremoso que el gazpacho, ya que lleva más pan y menos agua. Por otro lado, el gazpacho lleva más verduras que el salmorejo, como pepino, pimiento y cebolla. En cuanto al sabor, el salmorejo es más suave que el gazpacho, que es más ácido debido al vinagre que lleva.
Ideas culinarias para acompañar el salmorejo
El salmorejo es un plato muy versátil que se puede acompañar de muchas formas diferentes.
Aquí te dejamos algunas ideas:
Huevo duro y jamón serrano picado: esta es la forma más tradicional de servir el salmorejo. Se puede agregar el huevo y el jamón en trozos pequeños por encima del salmorejo.
Trozos de atún o de bacalao: otra opción es añadir trozos de pescado por encima del salmorejo. El atún y el bacalao son dos opciones muy sabrosas que combinan muy bien con el salmorejo.
Taquitos de queso fresco o feta por encima del salmorejo. El queso fresco le aportará un toque cremoso al plato, mientras que el queso feta le dará un sabor más intenso.
Aguacate y gambas: otra opción deliciosa es añadir gambas y aguacate al salmorejo. Para ello, se pueden pelar y cortar en trozos pequeños unos aguacates maduros y saltear unas gambas con un poco de ajo y aceite de oliva. Cuando esté listo, se colocan por encima del salmorejo y se sirven fríos.
Croutons o picatostes: si te gusta el toque crujiente, puedes añadir croutons o picatostes por encima del salmorejo. Para ello, solo hay que cortar el pan en trozos pequeños y freírlos en aceite de oliva hasta que esté dorado, “salpicándolo” con un poco de sal.
Ensalada de tomate y pepino: si prefieres una opción más fresca, puedes acompañar el salmorejo con una ensalada de tomate y pepino. Para ello, puedes cortar estos ingredientes en trozos pequeños y aliñarlos con aceite de oliva, vinagre y sal.
Propiedades y beneficios del salmorejo para la salud
El salmorejo es una sopa fría muy saludable debido a los ingredientes que lleva. Los tomates son ricos en licopeno, un antioxidante que ayuda a proteger el corazón y a prevenir algunos tipos de cáncer. El ajo, por su parte, tiene propiedades antibacterianas y ayuda a regular los niveles de colesterol en la sangre. El pan y el aceite de oliva, en su justa medida, aportan hidratos de carbono y grasas saludables, respectivamente.
Además, el salmorejo es bajo en calorías y es un plato ideal si quieres cuidar tu figura. Una ración de salmorejo de unos 250 gramos contiene alrededor de 200 calorías, dependiendo de los ingredientes que se utilicen.
¿Cómo reducir el sabor a ajo en el salmorejo?
Aunque el ajo es uno de los ingredientes fundamentales del salmorejo, algunas personas pueden encontrar que el sabor es demasiado intenso para su gusto. Si quieres reducir el sabor del ajo, estas son algunas técnicas que puedes utilizar:
Utilizar menos ajo: la forma más obvia de reducir el sabor a ajo en el salmorejo es utilizar menos cantidad. Puedes probar a utilizar solo un diente de ajo en lugar de dos, por ejemplo.
Retirar el germen del ajo: el germen del ajo es la parte interior que suele tener un sabor más fuerte. Si lo quitas antes de utilizar el ajo, conseguirás un sabor más suave.
Remojar el ajo en agua: otra opción es remojar los ajos en agua durante unos minutos antes de utilizarlos. Esto ayuda a suavizar su sabor.
Utilizar ajo asado: si te gusta el sabor del ajo, pero lo encuentras demasiado fuerte, puedes utilizar ajo asado en lugar de ajo crudo. El ajo asado tiene un sabor más suave y dulce que el ajo crudo, por lo que puede ser una opción perfecta si quieres reducir el sabor a ajo en tu salmorejo.
Conclusión
El salmorejo es una sopa fría típica de la gastronomía española, originaria de la región de Andalucía. Se elabora con tomates, pan, aceite de oliva, ajo y sal, y se suele servir frío acompañado de jamón, huevo duro y aceite de oliva. Aunque es similar al gazpacho, el salmorejo tiene una textura más cremosa por la mayor cantidad de pan que lleva.
El salmorejo es un plato muy versátil que se puede acompañar con una gran variedad de ingredientes, como jamón, taquitos de queso fresco, gambas, aguacate o croutons. Además, es una sopa fría muy saludable que aporta una gran cantidad de nutrientes beneficiosos para el organismo.
Si quieres reducir el sabor a ajo en tu salmorejo, puedes utilizar menos cantidad de ajo, retirar el germen del ajo, remojarlo en agua o utilizar ajo asado en lugar de ajo crudo. Con estas técnicas, conseguirás un sabor más suave y equilibrado que se adapte mejor a tu paladar.