Nos encanta su sabor, pero… ¿alguien sabe cómo cocinar jengibre? Al tratarse de una raíz/especia que lleva relativamente poco tiempo en nuestra cocina, aún no nos atrevemos del todo a utilizarla en nuestras recetas.
Hoy te ayudamos a saber emplear el jengibre para que tus platos tengan ese toque especial que estabas buscando.
Elige la mejor forma
El jengibre se puede cortar en pequeñas tablas o palitos del tamaño de una cerilla, picado, rallado, en puré… todo depende de para qué lo vayas a emplear.
- Textura y sabor. Si, además del intenso sabor del jengibre, también buscas incorporar la textura al plato, añádelo picado o en palitos. Las rodajas de jengibre asado son irresistiblemente crujientes. O los trocitos de jengibre picado en un cuscús, que proporcionan pequeñas explosiones de sabor al plato. Las rodaja y masticables, mientras que los pequeños trozos de jengibre picado en la receta de pilaf de cuscús proporcionan explosiones ocasionales de sabor cálido y picante. Las rodajas también son perfectas para infundir sabor en un caldo.
- Sabor y esencia. Si solo quieres que esté presente el sabor del jengibre, puedes añadirlo rallado, por ejemplo, en una salsa de tomate (pruébala con salmón). También como aderezo para ensaladas y salsas para mojar, o cuando el jengibre debe tener una consistencia suave y no fibrosa para mezclarse fácilmente con otros ingredientes.
Saber elegir el jengibre
Si buscas un jengibre que no sea demasiado picante ni intenso, tienes que elegir el jengibre más fresco. El aroma, la textura y el sabor del jengibre varían según el momento de su cosecha.
El jengibre de cosecha temprana o joven (cosechado después de seis meses) es tierno y dulce, mientras que el jengibre más viejo y maduro (cosechado entre diez y doce meses) es más fibroso y picante. El jengibre joven se identifica fácilmente por su piel delgada y parecida al papel y sus puntas rosadas.
En el supermercado, evita el jengibre arrugado, descolorido o mohoso. Busca jengibre con una piel delgada y suave, sin manchas y casi translúcida. Si rompes un palito, la textura debe ser firme, crujiente y no demasiado fibrosa. Debe tener una fragancia fresca y picante.
Algunos consejos…
Como te hemos comentado antes, todo depende de lo que estés buscando. Un sabor más intenso, textura… Piensa bien lo que quieres antes de cocinar el jengibre. Una vez que lo sepas, ten en cuenta estos consejos:
- Ten en cuenta que, como muchas especias, el sabor del jengibre se desvanece a medida que se cocina. Si quieres que se note más, agrega parte o la totalidad del jengibre al final de la cocción.
- Por lo general, pela el jengibre, a no ser que lo vayas a quitar del plato antes de servirlo. Intenta usar el borde de una cuchara de metal para raspar la piel. Requiere un poco más de esfuerzo que un cuchillo de cocina o un pelador, pero es menos derrochador y es más fácil para evitar los nudos.
- Y solo una cosa más… El ajo y el jengibre juntos es una de las combinaciones de sabores más increíbles que puedas encontrar! ¡Tienes qu probarlo! Para curry, para sazonar patatas fritas… el olor que sale de la sartén cuando se saltean con jengibre y ajo es del otro mundo.
¿Ya te sientes preparado para descubrir el maravilloso mundo del jengibre? Si este post te ha ayudado a saber cómo cocinar jengibre, hemos conseguido nuestro propósito.
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